El economista
francés Thomas Piketty ha estado promocionando
su libro "El capital en el Siglo XXI" a través de numerosas
entrevistas, encuentros y actos públicos. Bienvenido sea que alguien que
despierta interés mediático, ponga el foco en una valoración que cuestiona la
actual hegemonía de pensamiento sobre la crisis, desde una idea fuerza: la ineficacia económica de la desigualdad.
Especialmente a
partir del golpe de timón de 2010, en Europa se ha acentuado el mensaje de que
la cuestión nuclear para hacer frente a la crisis era resolver un problema de oferta. Es decir, poner el foco en que son los
problemas de competitividad, regulatorios o de marcos de referencia los que
explican porque las empresas no están en disposición de generar más bienes y servicios,
y con ellos más empleo. No es una visión inocente, claro, es la coartada
perfecta para llevar a cabo lo que se denominan reformas estructurales. Y para
haberlas llevado a cabo desde la legitimidad social o al menos electoral. Si
son los problemas de oferta los que generan paro, o hacemos estas reformas, o
el paro seguirá en niveles inaceptables.