Es cierto que la situación de la
economía a nivel de las grandes cifras macroeconómicas ha cambiado. Con muchas
incertidumbres aún, pero todas las previsiones apuntan a crecimientos del PIB
tanto en Euskadi como en España por encima del 2,5%.
Sin embargo vemos que esta
evolución no lleva aparejada una recuperación del empleo de forma estable y
sostenida. Conocido el dato de la EPA del año 2015, es evidente que hay menos
paro, pero también que cae la tasa de actividad, repunta la contratación
precaria, bajan los salarios medios, se incremente la desigualdad, etc.