(artículo publicado en DEIA el 26 de noviembre)
Ante
un ERE que amenazaba con destruir 133 puestos de trabajo en la planta de Aernnova en Berantebilla (Araba), el Comité de Empresa lanzó una serie de
reivindicaciones llenas de sentido. Pedían carga de trabajo para la planta alavesa
porque la consideran “preparada a nivel
tecnológico” y también reivindicaban “formar
a los trabajadores” para poder acometer ese trabajo. También censuraban “la “deslocalización” planteada por una
empresa que ha recibido, según sus cálculos, cerca de 100 millones de euros en
ayudas públicas” leíamos en informaciones periodísticas.