Manuel Lago, economista del Gabinete Confederal de CCOO, ha
realizado un análisis gráfico de la devaluación salarial en España a lo largo del periodo 2009/14. En él viene a demostrar que la pérdida salarial en el Estado no es consecuencia de los incrementos pactados en los convenios
colectivos, sino de la interacción de otros elementos. Fundamentalmente la
precarización del empleo, y el efecto composición del mismo, lo que ha
provocado un incremento de los excedentes empresariales, un aumento de la
productividad, una caída de los costes laborales unitarios y con ello un
hundimiento de la demanda interna y creciente desigualdad social.
Las características de la economía vasca matizarían algunos
de los datos generales. Sin embargo hay algunos de esos datos que merecen ponerse encima
de la mesa. Desde el año 2009 al año 2014, el incremento medio de los salarios
en convenios que afectan en la CAPV ha estado por encima de la evolución de los
precios. Según datos de los informes del CRL con un incremento de precios acumulados del 8,8%, los salarios pactados habrían subido un 9,66%.*
precios. Según datos de los informes del CRL con un incremento de precios acumulados del 8,8%, los salarios pactados habrían subido un 9,66%.*
No es menos cierto que si hiciéramos esa comparación desde el
año de entrada en vigor de la reforma laboral (primer trimestre de 2012) se
perdería poder adquisitivo. Y tampoco conviene olvidar el bloqueo habitual de
la negociación colectiva en Euskadi que hace que muchos de los grandes
convenios estén sin renovar en este último periplo.
Pero cogiendo el tramo largo del 09
al 14, se gana poder de compra. Esto no es incompatible con otro dato. El Coste
laboral total mensual por trabajador ha pasado de 2.893 euros a 2.992. Esto
supone un ligero incremento nominal del 3,41% que palidece ante la evolución de
precios. Para que el coste laboral total al mes por salario y trabajador se
hubiera mantenido sin perder poder de compra hubiera debido ser de 3.148 euros
(155 euros más de lo que efectivamente es) a finales de 2.014.
Ante esta aparente contradicción,
la negociación colectiva en Euskadi está siendo atacada en una pinza
envolvente. Por un lado una patronal que de forma oportunista plantea
posiciones cicateras en las mesas de negociación, confiada en que la división
sindical que perciben los trabajadores evita que el bloqueo de grandes convenios
derive en movilizaciones de cierto calado.
La pinza envolvente a la negociación colectiva. (1)
Abrazan conceptualmente las ideas
que subyacen en la devaluación interna. A saber, el mantra de la ganancia de
competitividad por la vía del ajuste salarial y la desfiscalización. Es
recurrente el discurso patronal sobre la diferencia salarial entre los
convenios de Euskadi y del resto del estado, así como del excesivo coste fiscal
que soportan las empresas vascas. Normalmente mezclando tipos de impuestos nominales y reales, lo que hace que el
análisis sobre el impuesto de sociedades sea disparatado, ya que distan mucho
los tipos teóricos que se supone que se pagan de los que efectivamente se pagan.
Sin embargo no debiéramos olvidar
que la caída de la demanda interna en Euskadi explica gran parte de la
evolución a la baja de nuestra economía. De hecho tal caída se sitúa en más de
un 10% acumulado, mientras que la caída del consumo de los hogares supera el
5%. El consumo final de las Administraciones Públicas ha ejercido un papel
contracíclico, pero a cambio de un incremento importante del endeudamiento.
Por tanto es muy poco prudente y
muy cortoplacista como hace la patronal vasca, seguir apostando a la pérdida de músculo fiscal del sector
público y a la pérdida salarial como elementos de futuro. Más si tenemos en
cuenta que la productividad aparente del trabajo (que pone en relación la
evolución del PIB y de la ocupación) ha subido en este periodo un 5,6%.
Habrá quien contraponga a esta
visión el hecho de que precisamente es el sector exterior el que ha salvado y
salvará los muebles y justifique así la devaluación interna. No conviene
olvidar que siendo cierto que el saldo exterior vasco ha mejorado en estos años,
lo ha hecho porque ha caído más lo que se importa que lo que se exporta. Lo del
ciego y el tuerto. Las exportaciones caen en este periodo, relacionado también
con la política económica general impulsada en Europa, la irracional
devaluación de todos y de todos a la vez.
Euskadi tiene márgenes para asignar
rentas desde una acción combinada del poder público y la distribución en la
empresa mediante la negociación colectiva. Es cierto que la política laboral
prescrita para los países del sur y que el Gobierno de Rajoy interpreta con el
furor de quien es “más papista que el Papa”, incentiva las apetencias más
des-reguladoras de cualquier patronal. Por eso la fragmentación de la
negociación colectiva tiene tanto riesgo a la hora de pactar un sistema de
relaciones laborales que fomente mejores comportamientos. Esa des-regulación
explica buena parte de la devaluación salarial en Euskadi y en España.
Pero de la apuesta por esa
fragmentación no es responsable exclusivamente la patronal. Hay
responsabilidades sindicales. La segunda pata de la pinza envolvente.
*fuente de datos oficiales y elaborados por los Informes Sociolaborales del CRL de Euskadi
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