Ayer conocimos que ya son menos de la mitad de las y los
trabajadores activos os que tienen un empleo a tiempo completo con contrato
indefinido. Creo que por primera vez y sino ya vendrá el termómetro de Ana
Pastor a corregirme. O dicho de otro modo, ya son más de la mitad de las personas
que buscan o y no encuentran, o tienen un puesto de trabajo con un contrato temporal, o uno a
tiempo parcial, o las dos cosas a la vez. Precarización del empleo muy profunda
y muy rápida.
Además se ha debilitado el poder vinculante del convenio
colectivo e incluso se abre la puerta a su disolución. Es decir, las normas laborales
colectivas, que impulsan una tendencia a cierta cohesión en las condiciones de
trabajo de la gente son normas que cada vez ofrecen menos certidumbres, cubren
a menos gente (especialmente en Euskadi), e incluso corren el riesgo de
desaparecer. Por tanto la tendencia a la fragmentación y segmentación de
condiciones de trabajo puede aumentar de forma rápida.