Son varias las interpretaciones que he escuchado sobre los motivos que llevaron a los sindicatos y en concreto a CC.OO. a impulsar las llamadas “cumbres sociales”, plataformas amplias de diversos movimientos asociativos con los que venimos compartiendo movilizaciones, posicionamientos y propuestas.

Al menos en la parte que nos toca en Euskadi las reflexiones previas a los contactos que mantuvimos con organizaciones sociales y sindicales parten del siguiente análisis: estamos ante una crisis que parece ser sistémica, multifacética y que está poniendo de relieve conflictos de intereses entre los que el clásico capital-trabajo, es uno fundamental, pero no es el único. Igualmente esta situación de crisis económica, social y política encuentra una sociedad que se había instalado en un proceso de creciente desvertebración social (incluso en Euskadi, siendo un territorio con un sentido comunitarista y pro-asociativo más acentuado que en el estado).