jueves, 28 de noviembre de 2013

Os explico por qué la izquierda anti-europea se equivoca.


El filósofo alemán  Jürgen Habermas ha elaborado una reflexión-ensayo sobre posición de la izquierda europea respecto al proceso de construcción política de la Unión. Forja su opinión como respuesta a otro ensayo del sociólogo Wolfgang Streeck. El interesante cruce de opiniones, es útil para analizar la actual situación de crisis social, económica, política y porque no, sindical. Voy a hacer un pequeño relato de algunas cuestiones que aparecen en el ensayo, o al menos de lo que yo he entendido (seguro que con errores interpretativos) y que tienen especial relevancia en el contexto actual.

En el apartado de las coincidencias de ambos “mosqueteros dialécticos” aparece una descripción de la crisis de 2008  que concluye en una aseveración muy ajustada:

La narración de la crisis sitúa como central un proceso de interacción que ha sido bruscamente modificado y en la que participan tres actores.

domingo, 17 de noviembre de 2013

23-N. Por las personas, por los derechos, por la sociedad

(Artículo publicado en el Diario Norte y Naiz)

Las tasas de paro, la situación de FAGOR, la persistencia de la recesión… dibujan un panorama socioeconómico complejo en Euskadi. Se está presentando estos días un proyecto de presupuestos que los recorta un 2.2% sobre los últimos aprobados en el Parlamento Vasco. Paralelamente un pacto fiscal que llega tarde y tendrá un impacto modesto en la recaudación, apenas 1.500 millones en tres años para todas las administraciones vascas. Teniendo en cuenta que el servicio de la deuda asciende a 815 millones de euros en las cuentas para 2014,  nos hacemos una idea de la escasa ambición fiscal en la que nos seguimos moviendo.

En el ámbito estatal el Gobierno de Rajoy apunta a una reforma del sistema de pensiones que no aceptamos. Con una forma de ejercicio del poder autoritaria y a veces burlesca, se está impulsando un proceso de deconstrucción social de mucho calado. Conflictos en la educación, la sanidad u otros servicios públicos son síntoma de ello. Conflictos que además están trascendiendo del plano laboral, para convertirse cada vez más en preocupaciones ciudadanas ante el deterioro en la garantía de provisión pública de cuestiones cotidianas, como la limpieza del espacio común.

miércoles, 13 de noviembre de 2013

Tubacex y los salarios


En los últimos días se ha formado una polémica en torno a la decisión de Tubacex de abrir una planta de producción en Cantabria y su supuesta relación con los costos salariales más bajos respecto a los de las plantas de Amurrio y Laudio.

En primer lugar convendría relativizar el alcance de esta noticia. Las empresas toman continuamente sus decisiones de inversión en función de múltiples factores. Empresas y sectores de producción de bienes y servicios invierten aquí o allá, se han marchado o han venido… En Euskadi, en España o en Europa. Quizás el hecho de que sea una empresa industrial de relevancia en el Valle de Ayala por un lado, y que se haya argumentado que el motivo es salarial por otro, hayan sido los detonadores de la polémica.

Parece evidente que las empresas cuyo coste salarial tenga una gran importancia en su estructura de costes, van a tener este factor muy en cuenta. Una gran diferencia salarial entre unos territorios u otros podría llegar a incentivar procesos de deslocalización. Los servicios de atención telefónica son un ejemplo obvio.

Sin embargo esto no es tan sencillo en las empresas industriales internacionalizadas donde el salario es una parte menor del conjunto de costes, y por otro lado trabajan con distintos centros y líneas de trabajo en red.