lunes, 26 de septiembre de 2011

Mensajes desde Vista Alegre

Fue un gran día el del sábado en Vista Alegre. Satisface ver un recinto así lleno hasta la bandera de sindicalistas venidos de todos los territorios de España. En Euskadi hicimos nuestra aportación después de una ronda de marchas por los territorios vascos en un proceso de movilización continua nada más llegar del verano.

Más allá de la satisfacción, el sindicato explicitó una propuesta de calado en una doble vertiente. Por un lado un pacto por el empleo en el que se introducen referencias a los salarios, los beneficios empresariales, la reinversión productiva, la fiscalidad o los precios de bienes básicos. Por otro la propuesta de una Iniciativa Ciudadana para la defensa de los servicios públicos.

Creo que son dos planteamientos complementarios que parten de un análisis de la realidad en términos parecidos a estos: la situación económica no va a repuntar en el corto ni probablemente en el medio plazo. Más bien al contrario, el enorme endeudamiento entre agentes económicos públicos y privados, la debilidad creciente de países sometidos a ajustes suicidas y la deficiente iniciativa política en el marco de la Unión Europea para asumir medidas y las consecuencias de la incobrabilidad de parte de lo que se debe, presagian escenarios de dificultad, por decirlo suavemente, en Europa.

Pese a ser esto así, o precisamente por ello, no podemos resignarnos a políticas miopes o a no-políticas. Ensimismados en la contienda electoral, la dialéctica política se basa en una apelación inconcreta a las “reformas”, en un recurso simplón y demagógico de los recortes como pócima mágica y única ante la crisis, o en ofertas electoralistas propias de las precampañas.

Partimos de una situación de atonía económica, unas administraciones públicas crecientemente endeudadas y algunas en situaciones dramáticas, una parálisis en la negociación colectiva, un flujo de crédito lastrado por los miedos y las precauciones previas a una probable re-capitalización de entidades financieras ante el desajuste de balances que se precipitará según se coagulen las crisis de deuda…

En el Estado Español el sector exterior es el único que mantiene el tipo, corriendo el riesgo de frenazo ante las expectativas poco optimistas de los compradores externos. El consumo privado ralentizado por la insoportable tasa de paro y la incertidumbre. El gasto de las administraciones públicas en caída libre producto de su deficiente financiación…En fin que el panorama no es halagüeño.

CC.OO. plantea una propuesta con varias piezas sobre la mesa. En primer lugar la necesidad de desbloquear la negociación colectiva en términos salariales razonables. Se trata de hacer compatible una recuperación del poder adquisitivo de millones de trabajadores (lo que incidiría en una mejora de la demanda interna) con no deteriorar la posición de concurrencia en el mercado global de las empresas que lo hacen. Guste o no el actual tejido productivo español tiene un segmento importante que debe competir en precio. Pero sin duda el factor salarial sólo es una variable más a la hora de fijar esos precios.

En compensación se plantea inducir los excedentes empresariales a la reinversión productiva. A través de las propias relaciones colectivas en la empresa podría abrirse un camino. Conociendo el tamaño real del tejido empresarial y las dificultades de hacerlo por esta vía, el Impuesto de Sociedades tiene que servir para recaudar parte de ese excedente en el marco de una reformulación de la política fiscal. Más recaudación de forma más progresiva, tratamiento más equitativo a las rentas procedentes de rendimientos de capital (hoy claramente privilegiadas frente al resto).

Conjuntamente se plantea actuar sobre precios de bienes importantes para el bolsillo de las personas con menos recursos como la energía o los transportes, donde el estado tiene capacidad de hacerlo. La contención de estos precios o tasas mejoraría el salario real disponible de millones de personas.

De forma paralela se plantea una Iniciativa Ciudadana para la defensa de los servicios públicos. En medio de una ofensiva privatizadora con pinta de ir a más. Ofensiva ideológica que se camufla bajo la apelación simplista a la necesidad de reducir a marchas forzadas el déficit público. En un momento de pendulazos de productos bursátiles, derivados financieros y mercados inmobiliarios, el gran pastel de los servicios públicos básicos aparece en las apetencias de la iniciativa privada.

Se trata de articular movimiento social ante elementos muy consolidados en la sociedad como son la defensa de los servicios públicos. El sindicato propone para ser una parte más del activismo político y social de la gente. Creo que es interesante porque presupone asumir de forma positiva la complejidad de la socialización de la gente, no sólo en el centro de trabajo. Debemos reforzar el papel del sindicato en la empresa con la misma convicción que interiorizamos que ni tenemos ni queremos exclusividad en la defensa de aspectos básicos de un estado social.

La propuesta está hecha. Se irá concretando y completando al conjunto de partidos del país, a los colectivos implicados en la defensa del sector público. A la sociedad en definitiva.

En Euskadi tenemos una realidad con algunos aspectos comunes y otros bastante matizables. Desde el tejido productivo hasta la competencia fiscal en las Diputaciones Forales. Por ello matizadas serán las concreciones de estas propuestas en nuestro país. En breve habrá noticias.

viernes, 16 de septiembre de 2011

Apuntes sobre la posición de CC.OO. en la fusión de las cajas vascas

1. CCOO no comparte conceptualmente el modelo de fusión de cajas para integrar su actividad financiera en un banco. Los cambios en el marco legal y las directrices del Banco de España al hilo de las recomendaciones de Basilea III (bancos centrales de las principales economías del mundo) han impulsado un modelo demasiado rígido que desnaturaliza las cajas, sin tener en cuenta la buena posición en cuanto a niveles de riesgo y recursos propios que tenían algunas, incluidas las vascas.

2. No compartimos el modelo desde la legitimidad que nos da haber apoyado en 2.007 y 2.008 una fusión distinta. De cajas a caja. En otro contexto más favorable a una fusión que hiciera justicia a la situación y viabilidad de nuestras cajas. Con un pacto laboral de mucho alcance como llegamos a tener atado. No todos los actores intervinientes en este proceso tuvieron esa actitud. Recordemos que se situó en contra PSE, Izquierda Abertzale, PP, ELA y LAB. Ahora los dos sindicatos reivindicaban aquel modelo de fusión. Ahora…

3. Desde el inicio de este proceso de fusión, CC.OO. atisbó un pacto ya trabajado entre PNV, PSE y PP para apoyar el modelo de fusión. Evidentemente, al igual que las direcciones de las cajas. Un consenso amplio que garantizaba el SÍ a la fusión en BBK y Vital. No lo garantizaba en Kutxa.

4. CC.OO. de Euskadi tenía dos opciones. Una, situarse en la oposición “principista” a la fusión. Posición intrascendente en BBK y Vital pero que podía ser decisiva en Kutxa para evitar la integración de esta tercera en Kutxa Bank, que no la fusión entre la bizkaina y la alavesa que se hubiera hecho en todo caso. La segunda opción era tratar de utilizar nuestra posición como sindicato más representativo en las cajas así como nuestra presencia en las Asambleas para tratar de condicionar el proceso de fusión

5. En los máximos órganos de dirección del sindicato se decidió la segunda opción situando nuestras exigencias en la consecución de un pacto laboral, un marco de convenio de empresa que no excluyese a ningún trabajador, las mayores garantías posibles respecto al mantenimiento de la obra social, pautar los procedimientos que pudieran darse para la emisión de acciones garantizando la presencia mayoritaria de las cajas en el futuro consejo de administración, así como la presencia de la representación de los trabajadores en el mismo.

6. Paralelamente trabajamos con nuestra gente en las cajas explicando el recorrido de las negociaciones. Negociaciones con las cajas y con los partidos políticos. Inusitadamente duras en lo referido al pacto laboral.

7. Tanto lo referido a obra social como a la emisión de acciones tuvieron más fácil concreción. La posterior (¿o no tanto?) entrada de Bildu en escena ha puesto el foco en estas cuestiones que estaban consensuadas. Por no engañar a nadie, lo atado en el pacto bien atado está, pero no habíamos apreciado voluntad de modificar los porcentajes a la obra social y no había necesidad, ni urgencia, ni es el momento económico para emitir acciones con las que capitalizar Kutxa Bank en el corto plazo.

8. Con todo ni nos engañamos ni engañamos. Este modelo de fusión se hace para ganar tamaño y potencial económico, generar economías de escala y para poder acceder a capital privado llegado el caso. La obra social y la composición del accionariado dependerán de la evolución de los requerimientos y ratios de capital que se exijan por parte de los reguladores financieros.

9. El resultado final en estas circunstancias es bueno. Hay pacto laboral que regula elementos importantes en la integración de las tres plantillas en una nueva empresa. Hay un compromiso bastante amplio respecto al mantenimiento del “dividendo social” de las cajas y la presencia mayoritaria de la representación de las cajas en el consejo de administración

10. La fusión ha acabado por tener una derivada política importante: la incorporación de Bildu pasando del rechazo frontal de la Izquierda Abertzale a esta y las anteriores fusiones, a apoyar la que más desnaturaliza la génesis en la idea de caja de ahorros. No olvidemos que LAB se paseaba este mes de Agosto por las playas de Gipuzkoa con un incendiario panfleto contra la fusión… Times are changing

11. Creo que CC.OO. ha demostrado que sabe flexibilizar sus posiciones para hacer útiles nuestros espacios de influencia y nuestra capacidad contractual en cualquier situación. Trabando una alianza sindical que representa una amplía mayoría sindical en Euskadi y en el conjunto de las cajas. A parte de CCOO, Pixkanaka y el Grupo Independiente de la Vital ninguno de los intervinientes en este proceso de fusión ha tenido entre sus prioridades lo referido a las condiciones laborales de las plantillas.

12. Los últimos flecos de la negociación han sido surrealistas con dos organizaciones sindicales (ELA y LAB) tratando a cualquier precio que no hubiera pacto laboral después de una prolongada siesta en estos últimos meses. Entiéndase bien. No que hubiera otro pacto laboral mejor aprovechando la posición de fuerza que pudieran ejercer a través de Bildu. No, no. Que no hubiera pacto laboral alguno, que las tres plantillas se integraran en la nueva empresa sin cerrar temas de movilidad, evitar que los excedentes supongan despidos o medidas traumáticas, garantizar que las prejubilaciones no tengan un coste para las arcas públicas...

13. Ahora vendrán con la monserga del ámbito vasco o estatal. Traduzco lo que quieren decir: exclusión de parte de la plantilla de la empresa del marco regulador de condiciones laborales (convenio colectivo). Sí, eso piden dos sindicatos “de clase”. Que el convenio no se aplique al 40% de la plantilla ¿La razón? Que no computen a la hora de determinar la representación sindical que democráticamente se elija en cada elección…

martes, 6 de septiembre de 2011

No podemos gastar lo que no tenemos

Ha sido la frase más escuchada para justificar la reforma constitucional que limita de forma drástica la posibilidad de déficit público. La frase, que parece de abuela bienintencionada, esconde un cinismo argumental curioso.

Porque la cuestión no está en gastar más de lo que se tiene. Se trataría en todo caso de no gastar más de lo que se vaya a poder pagar. Y el cambio es sustancial. La cuestión sería si “no gastar más de lo que se tiene” (déficit cero o casi) va a tener un efecto negativo sobre el crecimiento y por tanto sobre ese “lo que se va a poder pagar”. Que lo tiene. Porque la garantía de solvencia de un país vendrá o no de la evolución de la economía productiva, la generación de empleo y de recursos. Y las políticas de activación económica que puedan co-impulsar las administraciones públicas necesitan de márgenes para, a veces, asumir déficits públicos.

Cierto es que el déficit conlleva que para ajustar ingresos y gastos o se recauda más, y/o se gasta menos, o/y se financia la diferencia (pedir prestado pagando intereses). ¿Qué se está haciendo? Incrementar el ingreso a través de imposición directa (por ejemplo el IVA); no explorar el incremento de la base o la presión fiscal de rentas altas y rendimientos de capital; financiarse pagando un alto precio por la presión especulativa sobre las emisiones de deuda, la descohesión política europea y la menor credibilidad comparada entre los países periféricos y los centrales; reducir drásticamente gasto… Y para colmo se plantea un dogma preventivo que dificultará hacer políticas contra los ciclos económicos bajistas.

Pero iba a lo del cinismo del argumento. Porque con el presunto adagio del título cualquiera diría que el recurso al endeudamiento fuera una bicha a evitar a toda costa. Y uno mira hacia atrás y se hace cruces.

Precisamente porque si algo caracteriza la situación actual es el enorme endeudamiento que arrastran empresas, familias, entidades financieras y estados. Deuda mayormente privada, no olvidar, y además fomentada y celebrada como auténtica boda de Canaan que demostraba que la desregulación financiera y la creación de derivados financieros podía hacer real la multiplicación de los panes y los peces

El milagro español de los últimos noventa y primer lustro y pico del siglo XXI no se puede entender sin el papel del crédito y del endeudamiento masivo y con alegres ponderaciones del riesgo ligado en buena parte a la burbuja de la vivienda y su construcción. Créditos concedidos por entidades financieras cercanas que a su vez se financiaban pidiendo ese dinero a otras entidades financieras menos cercanas. Las ponderaciones de riesgo por tanto no sólo se hicieron alegres en los efluvios del Rioja o el Jerez, sino en cervezas bávaras o Borgoñas franceses…

Estados Unidos ha convivido con grandes déficits comerciales y por cuenta corriente (de capitales). Además, cachondos como son, promovieron bajadas de impuestos e incrementos brutales de gasto público, más que en hospitales en política exterior e intervenciones militares que fortalecen su hegemonía geopolítica mundial. ¿Cómo resolvieron la encrucijada, léase un déficit de caballo? En efecto, endeudándose como si no hubiera mañana. Dólar como valor refugio, fortaleza de la primera económica del mundo, hegemonía mundial… lo que se quiera, pero déficits y niveles de deuda hasta sobrepasar su propio PIB anual.

¿Se trata de defender la bondad del déficit y el endeudamiento? Evidentemente, no. Se trata de que los compromisos de equilibrio presupuestario no pueden ser tan rígidos como para impedir jugar con políticas fiscales y de gasto con los que hacer frente a algunas situaciones económicas de debilidad de demanda o de inversión privada.

¿Qué puede haber detrás de un planteamiento ideológico y político que asume el recurso a endeudarse por los entes privados como un acelerador formidable del crecimiento económico y sin embargo los estados deben constitucionalizar un continuo equilibrio de cuentas en cualquier circunstancia?

Lo dejo a su consideración y opinión.