lunes, 22 de diciembre de 2014

Des-encorsetar los presupuestos



CCOO estará el martes 23 de diciembre en los aledaños del parlamento vasco, para reclamar desde la calle unos presupuestos de compromiso social y efectivos para el relanzamiento económico. Para ello sería necesario que las instituciones se conjurasen para aligerar los pesados corsés que hoy lastran cualquier presupuesto público.

Los términos del llamado Pacto de Estabilidad y Crecimiento Europeo, sus normas de disciplina fiscal y los efectos derivados en España y en propio ámbito de la autonomía vasca, topan el límite de déficit en el 0,7% del PIB de la CAPV (el previsto para 2015 ascendería a 67.081 millones de euros).


jueves, 18 de diciembre de 2014

Los motivos "del otro" y los acuerdos sociales


Leo en varios comentarios que el Gobierno ha accedido a pactar la ayuda para la inserción de las y los desempleados de larga duración, por una cuestión electoral. Está débil en las encuestas, con una pésima imagen producto de las políticas anti-sociales y la enorme tasa de paro, y eso le lleva a replantearse, siquiera parcialmente, su unilateralidad y avenirse a negociar con las organizaciones sindicales estas medidas.

Como el motivo del electoralismo se considera “espurio”, algunos (que no todos ni todas) concluyen que las organizaciones sindicales no debiéramos “dar cobertura” a esa escena. Yo respeto todas las opiniones, pero sinceramente creo que las organizaciones sindicales, al menos las que ponen en valor su autonomía sindical, no deben moverse en base al razonamiento moral sobre los “motivos del otro”. Tampoco creo que estemos para cuestionar las legitimidades de los otros ni para movernos a impulsos del calendario electoral. Más bien estamos para desde nuestra legitimidad otorgada democráticamente por las y los trabajadores, confrontar propuestas, tratar de negociarlas y llevarlas a buen puerto. Ante los Gobiernos,  ante las patronales o ante las empresas.

sábado, 13 de diciembre de 2014

La crisis es historia... o ¿historias de la crisis?


La consistencia del discurso del Gobierno es abrumadora. Decir que la crisis empieza a ser historia, o que la recuperación la notan las familias, con expresión de triunfo, es "disculpable" en el terreno del forzoso optimismo pre-electoral. Pero si uno se fija un poco observa la incoherencia entre las políticas impulsadas y el supuesto resultado de las mismas.

Desde que se cerrara cualquier atisbo de política económica anti-ciclo en Europa, los Gobiernos se han dedicado con furor a aplicar políticas de austeridad. Venían a tener un relato que en el caso español sería algo así como "necesitamos una fuerte devaluación interna que permita a la economía española ganar competitividad exterior e interior mediante el factor precio, para así promover una recuperación más vigorosa y sostenible del empleo y la actividad".