martes, 6 de octubre de 2015

Con más desigualdad no se sale de la crisis


Estamos asistiendo a una mejora de las cifras de crecimiento económico y a la vez a una creciente desigualdad social. Para CCOO este escenario no nos sitúa en la salida de la crisis económica, en todo caso en el abandono de la recesión. Y no es lo mismo.

Recientemente hacíamos público un pequeño informe en el que afirmábamos algo que puede resultar contradictorio en apariencia. En los años que van desde 2009 a 2014 los salarios han perdido peso en la economía y poder de compra. Sin embargo los acuerdos salariales pactados en convenio colectivo han ganado poder adquisitivo (ligerísimamente, eso sí). ¿Es esto posible?


Pues lo es. Porque la razón fundamental de la bajada de los salarios es compleja. En primer lugar se ha destruido proporcionalmente más empleo en sectores de producción que pagan salarios más altos, por ejemplo en los industriales.

Por otro lado la contratación es más precaria. Incrementa de forma importante las personas que trabajan a tiempo parcial sin desear este tipo de contratos, y por tanto en cierto modo también son personas “paradas a tiempo parcial”.

Y no hay que perder de vista que las últimas reformas laborales y de la negociación colectiva posibilitan disminuir los salarios de una forma más sencilla para el empresario. Ahora mismo y a nivel estatal, los sueldos de las personas con menos de un año de antigüedad son el 69% del salario medio.

Todas estas dinámicas que se dan en el mundo del trabajo hay que contrarrestarlas desde la acción y la organización sindical. Los convenios sectoriales otorgan derechos al conjunto de las y los trabajadores. Son condición necesaria para garantizar la cohesión social y laboral. Pero siendo necesarios muchas veces no son suficientes y exigen complementarse con la acción sindical en la empresa. No sólo en la gran empresa sino en la mediana y pequeña, o en sectores tradicionalmente menos sindicalizados. Ahí donde se dan las prácticas cotidianas de explotación, vulneración de derechos, bajadas de salarios, incumplimientos de contratos, etc.

Por otro lado la desigualdad se traslada también a la sociedad. Las políticas de reducción de gasto público o la insuficiente protección de la prestación de desempleo, están condenando a la pobreza a cada vez más personas. Esto debe cambiarse. En Euskadi el papel de la Renta de Garantía de Ingresos es sumamente importante para paliar la exclusión social. Recordemos que el 57% de las personas en paro en la CAPV no perciben prestación de desempleo.

Por eso hemos promovido una declaración en defensa de la RGI y su dotación presupuestaria. Pero no basta con eso. El sindicato, con el conjunto de las CCOO va a promover una Iniciativa Legislativa Popular para que se regule por ley una prestación de ingresos mínimos en el Estado. Es necesario incrementar el Salario Mínimo para que llegue en  2016 a los 800 euros y se acerque al 60% del salario medio neto, tal y como recomienda la Carta Social Europea suscrita por España.

También es necesaria una revisión en profundidad de la prestación de desempleo. Tal como está concebida no da respuesta a la nueva tipología del paro, donde el de larga duración es un problema crónico del país. Incluso en las previsiones económicas más optimistas la tasa de desempleo va a ser demasiado alta en los próximos años. No podemos resignarnos a que tantas personas lo vayan a pasar tan mal durante mucho tiempo.

La necesidad de reforzar al sindicato en el centro de trabajo, como forma de extender la negociación colectiva y hacerla extensible a la clase trabajadora que hoy no la siente como referencia es la esencia del sindicalismo. La urgencia en mejorar el sistema de protección social, dotarnos de un sistema de rentas mínimas garantizadas y reforzar los que ya tenemos en Euskadi, es parte del papel sociopolítico que CCOO aspira a representar.

A ellos tenemos que aplicar nuestras energías en un momento en el que las prioridades políticas se sitúan en otras partes, la agenda social es para CCOO de Euskadi absolutamente prioritaria. Cambiar en signo de las políticas de austeridad y recorte es una necesidad. Reforzar al sindicato en los centros de trabajo, también lo es. Sindicato en la empresa y en la sociedad, en definitiva.


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