En distintas declaraciones públicas la patronal vasca Confebask ha señalado la necesidad de activar la demanda interna en Euskadi para hacer frente a la difícil situación económica que atraviesan las empresas. La ralentización de las economías centrales de Europa y la situación del mercado español, con malas perspectivas en el corto y medio plazo al menos, harían perentoria esa necesidad.
Comparto esa apreciación. Es más, no hay más que analizar los datos de los últimos años para comprobar que la caída de nuestra demanda interior es una de las variables que más ha deteriorado el cuadro macroeconómico en Euskadi. Desde la radical caída de 2.009 (un 5,6% ni más ni menos) se han producido otras más suaves en los años sucesivos (-0.5% y -0.1%) hasta llegar al 2.012 donde al cierre del tercer trimestre otra caída intensa de 2 puntos completa un acumulado del 7,5%.
Esta mala evolución tiene que ver por un lado con las medidas que se van tomando respecto al consumo público en la lógica de la austeridad y la caída de los ingresos fiscales.
Pero por otro lado tiene que ver con la capacidad y las decisiones de consumo que adopta la mayoría de la población. Es decir la población trabajadora, sobre todo con dos condicionantes: el incremento del desempleo y la falta de certezas en el futuro próximo.
El Euskobarómetro de Noviembre decía que más del 51% de la población vasca consideraba que la crisis y la política de austeridad y recortes le estaban afectando mucho o bastante. Sólo entre el 11 y el 17% decía que nada.
Nada extraño teniendo en cuenta que según datos de coyuntura del Consejo de Relaciones Laborales hay 689 convenios sin renovarse a cierre del tercer trimestre de 2.012. Agrupan a 423.684 trabajadoras/es. Ni mas ni menos que el 71% de los sujetos a convenio colectivo con el salario congelado y perdiendo poder adquisitivo.
Y mucho menos extraño ante la consciencia de cada vez más trabajadores de que aquellos convenios que no sean renovados antes del mes de julio perderán la vigencia de sus cláusulas. Esto genera una incertidumbre enorme en cientos de miles de personas.
¿Cómo activar la demanda interna si la gente siente la amenaza del paro, pierde poder de compra y no tiene certezas sobre que salario va a cobrar dentro de unos meses?
Ante la reflexión sobre la demanda (interna) de Confebask hemos lanzado una demanda a Confebask y al resto de agentes económicos y sociales vascos. Necesitamos resolver la situación de la negociación colectiva. A través de la firma de los convenios sectoriales y a través de un acuerdo para (entre otras cosas) que la vigencia de los convenios siga manteniéndose tras la finalización del mismo. Si es necesario pactando plazos de negociación, sistemas para resolver los conflictos u otras cuestiones.
Eliminar las incertidumbres en la población trabajadora vasca sobre si va a tener convenio colectivo o no, y en que condiciones, tendría un valor tangible e intangible enorme en la confianza del país. Pero sin tomar estas iniciativas no habrá certezas entre la mayor parte de la población y no la habrá en las empresas. La demanda sobre la demanda sería entonces un brindis al sol. Y no estamos para eso.
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