viernes, 10 de mayo de 2013

Diálogo institucional, político... ¿y social?


Parece que se va a concretar una flexibilización de los objetivos del déficit público a cumplir por el Estado Español. Tal circunstancia ya transmitida al gobierno de Rajoy hace tiempo, cambia en escasa medida el escenario económico general, aunque algunos efectos sí tendrá. Queremos hacer algunas valoraciones al respecto, en la linea con las que ya hicimos hace dos años.

  • Sobre la relajación de los objetivos de déficit para el Estado Español. Nos parece una noticia insuficiente. Otorgar dos años más para rebajar al 3% va a seguir obligando a hacer ajustes de caballo, que deteriorarán la situación económica y los servicios públicos.

No se trata de hacer apología del déficit. Las cuentas hay que ajustarlas porque no se puede vivir con un 10 o un 6% de déficit perpetuo. Exigen ser fin
anciados y los mercados de deuda se encarecen y sitúan al borde del precipicio a los estados. Necesitamos tiempo y precio. Y eso exige tomar medidas en ámbitos europeos con diversas propuestas en torno a una cierta mancomunización de deudas, reestructuraciones o intervenciones del BCE.

Igualmente, y junto a la Confederación Europea de Sindicatos, reivindicamos
que el proceso de reducción de déficits públicos se vea compensado por un programa de inversiones a nivel europeo. 2% del PIB UE.

  • Nos parece necesario que ese margen, pese a ser insuficiente, permita a las CCAA flexibilizar sus políticas de ajuste. Se trata de garantizar servicios a la ciudadanía que prestan las CCAA. La anterior flexibilización del déficit se la apropió íntegramente la administración central. En todo caso hay que dejar claro que esta situación no aporta recursos nuevos sino la posibilidad de incrementar el déficit, endeudándose y por tanto teniendo que pagarlo en el futuro.

  • En esta situación, es oportuno buscar un compromiso inter-institucional en Euskadi. De hecho, nosotros ya lo planteamos antes del 1 de mayo. Ahora bien, este compromiso no puede servir sólo para decidir como se distribuye la flexibilización del déficit. No puede soslayar el debate sobre los ingresos y la fiscalidad. La mesa entre G. Vasco, Diputaciones y Eudel tiene que hablar de ingresos y fijar un itinerario para mejorar la recaudación y distribución entre los distintos niveles competenciales. Autonómico, territorial y local.

Sigue pareciendo que esto se trata más de un regate en corto y en el centro del campo que una auténtica jugada de equipo. Si se trata de diluir entre todos las políticas de ajuste, con una leve corrección, es un error. Si se trata de buscar entre todos, políticas distintas, tendría potencial.



Para nosotros, el agravamiento de la situación económica y del empleo en Euskadi tiene dos causas fundamentales, y otra, sobre la que se incide mucho, pero con la que no estamos de acuerdo:

Las causas fundamentales son:

El cierre del crédito y la financiación que está dificultando la actividad económica real.

La caída de la demanda solvente en Euskadi, España y Europa, producto de la recesión y del efecto de las políticas de austeridad. La austeridad de todos y todos a la vez, es un suicidio.

No creemos que la economía vasca haya tenido una pérdida significativa de competitividad a lo largo de la crisis. De hecho el sector exterior, el exportador, es el que mejor comportamiento ha tenido en toda la fase inicial. La brutal caída de exportaciones en 2009 se vio corrida en 2011 llegando a niveles superiores a 2008.

El problema es que la generalización de la recesión está trayendo estas consecuencias. En estos datos del EUSTAT a precios corrientes se aprecia.

Exportaciones

2008     20.279.427,00
2009     14.945.392,00
2010     17.875.509,00
2011     21.076.744,00
2012     20.302.644,00


En nuestra opinión, nuestros principales retos inmediatos pasan por asignar de otra manera la renta para activar la demanda interna del país. ¿Cómo? A través de las dos fórmulas de redistribución de la riqueza que tenemos.

La relación ingreso-gasto. Otra política fiscal más ambiciosa que permita no proceder a recortes tan brutales de las partidas presupuestarias en la CAPV.


La distribución salarial a través de la firma de los convenios colectivos.

Lo relacionado con la fiscalidad compete a las AAPP pero incumbe al conjunto de representantes de las y los trabajadores y las empresas. Es un acuerdo inter-institucional que debiera contar con la opinión de las organizaciones representativas de trabajadores y empresas. Mejorar la recaudación sin deterioro de la actividad económica real, para impulsar políticas de activación y salvaguardar los servicios públicos.


Lo relacionado con los salarios compete a sindicatos y patronales pero incumbe al conjunto de las AAPP. Requiere un acuerdo sobre las materias que están bloqueando los convenios y una posterior resolución de estos. Mejoraría los salarios, las certidumbres de las empresas sobre su evolución de costes y los de su competencia, mejoraría la demanda interna y con ella la actividad y el empleo.

Por todo esto es por lo que emplazamos al Lehendakari Urkullu a que habilite un espacio de diálogo, además de con las AAPP y los partidos, con los agentes sociales y económicos.


• Porque no sirve con distribuir la flexibilidad del déficit. Hay que mover ficha en materia fiscal y de recaudación.

• Porque si a la vez cerrásemos un acuerdo laboral sobre convenios y salarios, ya serían dos piezas que situarían certidumbres en empresas, trabajadores y ciudadanía.

• Porque es un derecho democrático. Los sindicatos ostentamos una representatividad y una legimitidad que no se puede obviar en estos momentos.


En esta línea cobra toda su dimensión la mesa multilateral a la que emplazamos en su día al Lehendakari. Los resultados tendrían un efecto multiplicador. Si se trata de seguir enzarzados regateando al banderín de corner, que no cuenten con nosotros. Si queremos jugar a la ofensiva, sí.

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