Tal mañana como hoy Hitler
llamaba a su comandante en el Gran París. La bestia sabía que la ciudad había
sido liberada y buscaba dejar huella como hacen las bestias. Destruyendo:
"¿Arde París?"- quiso saber.
Cuentan que le dijeron que no, que ya en
la calle sonaba la Marsellesa y repicaban campanas. El día anterior había
entrado la II División Leclerc, encabezada por la Nueve. Republicanos españoles
que veían en la derrota del nazismo la condición necesaria para derrocar a
Franco.
Necesaria era, pero no suficiente. Supongo que si
algún subdirector de periódico español fuera tertuliano en Francia diría que la
II G. M. fue de "malos contra malos". O tal vez que al inicio de un
festejo en un pueblo de Normandía fuera posible celebrarlo con una pintada
"Hitler tenía razón"
O tal vez no. Tal vez habrá un lugar, tal vez una
plaza de París donde alguien recuerde a quienes perdieron la guerra que
perdieron y la guerra que ganaron. Tal vez no la perdieron del todo si hoy, al
menos en las redes sociales les recordamos.
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