Adaptación por escrito de la intervención en el Consejo del 23 de septiembre con "algún adorno"...;-)
El informe presentado en el Consejo Confederal del 23 de
septiembre por I.F. Toxo recoge de forma coherente y concreta un análisis de la
realidad económica y social que vincula con propuestas sindicales y la
estrategia para llevarlas a cabo.
En el aspecto económico supone una especie de
contra-argumentación al optimismo exagerado que desde el Gobierno y aledaños se
pretende imponer. Por un lado CCOO deja claro que en nuestra escala de valores
no sirve con la mejora macroeconómica que en algunas variables se producen.
Tras un largo periodo de tiempo con dos recesiones de consecuencias dramáticas
en el empleo y la cohesión social, si no hay una mejora del empleo neto y no se
produce una recuperación de derechos y garantías deteriorados no podemos hablar
de salida de la crisis. No es lo mismo salir de una recesión que de la
situación de crisis.
Por otro lado existen riesgos evidentes de un frenazo de la
actividad económica que aparecen en los propios informes del Banco de España y
que están detrás de las medidas anunciadas por el BCE hace escasas fechas.
En contra del discurso dominante la creación de empleo es
muy débil y tiene muchos matices. Por primera vez más de la mitad de las
personas con un puesto de trabajo tienen un contrato temporal, o a tiempo
parcial, o ambos. Es de destacar que comparando el 2º trimestre de 2013 con el
mismo de 2014 se pasó de 581.000 millones de horas trabajadas a 571.000 millones.
Por tanto se crea empleo precario, fragmentado en una especie de reparto
perverso, en un modelo de crecimiento plano y con crecientes desigualdades
sociales.
El discurso de la devaluación interna competitiva hace aguas.
No es sólo injusto. Es antieconómico. La evolución del sector exterior se ha
frenado coincidiendo con la situación de dos países tractores como Francia y
Alemania. Se empieza a apuntar el riesgo de una tercera recesión, cuyos efectos
sobre la “moral colectiva” podrían
ser demoledores.
En el Estado Español es fundamental una política destinada a
reactivar la demanda interna para hacer frente a este panorama. Y en esta línea
el sindicato apuesta por situar dos terrenos complementarios. La distribución
de renta a través del salario y a través de la actuación pública y social.
Hemos planteado una batería de propuestas que no son fáciles
de materializar. Porque supondrían una enmienda al discurso de la austeridad en
el que sigue instalado el Gobierno, empecinado con el cumplimiento de los
compromisos de consolidación fiscal.
El sindicato opta por una estrategia en la negociación que tiene objetivos y plazos. El Gobierno no puede ampararse en declaraciones y hay que comprobar si la declaración del mes de julio tiene concreciones en medidas claras y con compromisos presupuestarios.
Desde esta perspectiva hay que despejar si existe voluntad
política de impulsar una renta de inserción que palie la situación de más de
700.000 hogares sin recursos. O recuperar tasa de cobertura en las prestaciones
de desempleo. La reducción del gasto en prestaciones de desempleo de enero a
agosto asciende a 3.000 millones y esa cantidad puede llegar a 5.000 millones
al cierre del año. Ese “ahorro” tiene
que destinarse en su mayor parte a atender necesidades sociales. Y esta
incógnita ha de resolverse en un plazo de negociación tasado para saber si hay
más recorrido en los compromisos adquiridos en Julio. De haberlo el sindicato
debe apostar por él. Negociar estas medidas no supone dar cobertura a la acción
de gobierno. De dar cobertura a alguien, en todo caso será a aquellos que la
han perdido del sistema de protección social. De no haber recorrido es
necesario una escenario de denuncia y movilización. En el transcurso de la
negociación, información a la gente, explicación, asambleas, etc. Socialización
de las propuestas y la estrategia.
Por otro lado las negociaciones bipartitas en materia de
negociación colectiva deben partir del análisis de que la recuperación del
poder de compra de los salarios es fundamental. Sin esta variable no habrá una
recuperación de la demanda interna agregada y por tanto de la actividad y del
empleo. Sin duda la realidad de empresas y sectores es diversa, y el país necesita desarrollar un sector
exterior con capacidad exportadora, so pena de repetir modelos de crecimiento
basado en cimientos de arena. Esa realidad se tendrá que contemplar en los
distintos ámbitos de negociación, pero hay que tratar de que la devaluación
salarial llegue a su fin.
Todas estas cuestiones hay que explicarlas en la sociedad,
pero especialmente en los centros de trabajo. El sindicato tiene que aprovechar
el periodo de elecciones sindicales para trasladar nuestro papel en la
sociedad, pero especialmente para demostrar nuestra utilidad en la concreción
del centro de trabajo.
Sabemos que el marco normativo de las relaciones laborales
ha cambiado. Que se pretende laminar la legitimidad del sindicato en la sociedad.
Pero pese a ello, o precisamente por ello, hay que reforzar nuestra presencia
en el ámbito donde nos ganamos o no nuestra única legitimidad innegociable. En
el centro de trabajo a través de la afiliación y la representación.
De forma paralela al desarrollo de las propuestas y
estrategias de los marcos generales de actuación sindical, la prioridad
absoluta ahora mismo es explicar la importancia de la auto-organización de las y
los trabajadores a través del sindicato en este marco de crecientes
incertidumbres.
En el caso de Euskadi por la existencia de una pinza
sindical y patronal sobre la negociación colectiva de cobertura amplia
(sectorial). En el conjunto de estado porque pese a la renovación de buena
parte de la negociación y el mantenimiento de altas tasas de cobertura de convenio,
el escenario ha cambiado: la posibilidad del convenio de empresa a la baja, de
inaplicaciones, de mayor facilidad para modificar lo pactado o de pérdida de
vigencia de los convenios no renovados, exige de más y mejor presencia del
sindicato.
Probablemente hay que rehacer los términos del vínculo entre
afiliación-sindicato-convenio, teniendo en cuenta el nuevo paradigma legal, a
añadir a los conocidos cambios en la organización y relaciones inter-empresariales y los amplios
colectivos precarizados.
No hay comentarios:
Publicar un comentario